Entradas

ESPECIES

Imagen
  Vivimos una época en la que el término especies, se utiliza constantemente. Es lógico, pues nos preocupa la extinción de las especies y se convierte en un tema recurrente. Leyes y administraciones, técnicos, ecologistas y fundaciones, ONG’s, medios de comunicación y muchas otras personas, en conversaciones privadas o en las redes sociales, suelen hacer alusión a “especies autóctonas”, “especies endémicas”, “especies exóticas”, “especies invasoras”, “especies salvajes” y “animales domésticos” -en este último caso, como si no pertenecieran a ninguna categoría de “especies”, es habitual que se haga referencia a ellos como de “creación” o “fabricación” humana, aunque en realidad todo lo que podemos hacer es seleccionar ciertos caracteres-. También se suele hablar de “híbridos” que son el fruto del cruce de dos especies diferentes. Y de lo que vendría a ser su opuesto: mantener la “pureza de especies”, para que la especie en cuestión no pierda algunos de los caracteres que la identifica

Dinámica poblacional de un pequeño grupo de gatos ferales

Imagen
En la urbanización dónde vivo hay gatos con dueño y gatos asilvestrados. Estos últimos vienen a ser como los de las colonias de las ciudades, pero en menor densidad y, probablemente, menor número de individuos. Rehúyen a los humanos y en lugar de estar en un parque dónde algunas almas compasivas les llevan alimento, aquí son ellos los que lo buscan en las casas más alejadas que convierten en centro de su territorio, para asegurarse el suministro. Esta vida a la intemperie no es un camino de rosas, mueren prematuramente a causa de enfermedades, desnutrición, parásitos, depredación… pero, como todos los animales salvajes, es la única forma en que saben vivirla. Toman nuestro terreno y a nosotros como fuente de alimentos, pero no confían como para dejarse acariciar -aunque hay excepciones puntuales- y, menos aún, entrar a vivir en nuestras casas. Después de muchos años de observación, he podido concluir que las hembras adultas tienen una mayor mortalidad que los machos y suelen vivir entr

Día de muertos, gatos y brujas

Imagen
Los gatos, esos pequeños felinos que nos acompañan desde antiguo, despiertan sentimientos encontrados en nuestra especie. De manera que alternativamente los convertimos en símbolo de gracia o desgracia. Los egipcios los tenían en gran estima, pero en épocas más recientes fueron acusados de los males más temidos por las sociedades del momento. En la edad media se los asoció a las brujas como encarnación del mal… ¡y del mismísimo diablo! En la actualidad, aún conservan las simpatías de una gran parte de la sociedad. Personas de todos los géneros, ideas y profesiones los aprecian. Pero el sexo femenino parece seguir siendo el más inclinado a velar por ellos. Dado que biológicamente no hemos cambiado a penas desde el paleolítico, ese comportamiento compasivo probablemente esté enraizado en los instintos de crianza y la necesidad de proteger y alimentar al débil, y se remonte a los inicios de nuestra andadura juntos; cuando empezamos a almacenar grano y llegaron los roedores y, detrás de es

Compasión y cuidado

Imagen
  Cuando los paleoantropólogos encontraron en la Sierra de Atapuerca el cráneo número 14, de aproximadamente 530.000 años de antigüedad… se armó un gran revuelo. Tanto que hasta le pusieron un nombre al cráneo, Benjamina (que significa “la más querida”). Este fósil no era de Homo sapiens , pertenecía a un individuo, de la especie Homo heidelbergiensis , que debió morir aproximadamente con 10 años. No era el primero de los fósiles que encontraban de esa especie. Lo novedoso residía en que Benjamina tenía una importante malformación craneal. Teniendo en cuenta el tipo de malformación en individuos actuales de nuestra especie, se dedujo que a Benjamina esto le habría impuesto un retraso psicomotor importante y problemas para valerse por sí misma. De manera que si no hubiera sido aceptada y cuidada habría sido imposible que sobreviviera hasta los 10 años. Y ese cuidado solo pudo surgir... de la compasión, ese sentimiento que es la cara B de nuestro egoísmo recalcitrante, que nos co